sábado, 20 de diciembre de 2008

*La función interventora en la administración local.

Artículo comentado de Antonio Arias Rodriguez.

Las entidades locales perciben, administran y gastan dinero público, y en ésta gestión de fondos públicos están sujetas a un control de legalidad, prácticamente idéntico al que la Ley General Presupuestaria impone a la Administración del Estado. Éste control es interno y coetáneo a la gestión, realizándose sobre todo acto, documento o expediente de los que puedan derivarse derechos u obligaciones de contenido económico y, en general, persiguiendo verificar la adecuada utilización de esos fondos.
De ésto se encarga la función interventora, que requiere de amplios conocimientos jurídicos, económicos y, también, específicos y propios del régimen local para poder cumplir con el control y la fiscalización interna de la gestión económica, financiera y presupuestaria.
Por ésta razón, el papel de los interventores (funcionarios con habilitación de carácter nacional) en las administraciones locales, es decisivo para una correcta gestión que esté en clara sintonía con los principios de eficacia, legalidad, y, también, economía. Además, no debemos olvidar que éstas administraciones tienen entornos cambiantes y no exentos de tensiones, con un control por parte de los órganos políticos mucho más férreo, cercano y efectivo que en el resto de administraciones públicas.
Sin embargo, a pesar de ésto, actualmente el sistema de reparos de los interventores goza de poca popularidad ante algunos gestores políticos y no políticos, pues se les acusa de perturbar y entorpecer el funcionamiento ágil de las instituciones.
Una queja fácil, ya que su papel como dice Antonio Arias, debe ser de compañero de la dirección y no de "perro guardián", que ayude en la gestión asegurando un correcto funcionamiento de la organización. Siendo, por tanto, más colaborador que adversario del poder, dotado de independencia, imparcialidad y profesionalidad, y, por ello, aportando transparencia efectiva en aquellas decisiones que traslada, avala jurídicamente o analiza en términos de eficacia o eficiencia.
Pero, si se elimina el sistema de reparos o se reinventa la fiscalización interna como algunos pretenden,... ¿qué ocurriría? ¿a quién se favorecería?, ¿realmente se lograría agilizar y mejorar su funcionamiento?

*Reflexión...

Seguro que a muchos de vosotros éste dibujo os recuerda a algún que otro Alcalde, Concejal, etc., ¿verdad?
En los tiempos tan duros de crisis que tenemos, es necesario reflexionar, sobre la importancia de contar con políticos responsables y comprometidos en la labor de servicio público encomendada ("por y para el pueblo"), no "profesionales" que utilicen la política (poder cedido por el pueblo soberano), para sus propios fines y los de su grupo o camarilla.
Tal vez, éste sea el momento de limpiar y mejorar las cosas, ...¿qué os parece?

domingo, 14 de diciembre de 2008

*"Administración y Gestión Pública: breve reflexión sobre su papel actual"

Texto comentado del profesor Pinazo.

Según sostiene el profesor Pinazo, actualmente perviven en la gestión pública dos modelos paradigmáticos como son, la administración weberiana-tradicional-progresiva (ordenación jerárquica, profesionalidad, rigidez, etc.), vs. la nueva gestión pública (cultura de mejora continua, innovación constante, obtención de resultados en términos de eficiencia y calidad del servicio, concienciación por los costes, rendición de cuentas y responsabilidad en la gestión).
En éste sentido, se ha demostrado por la Ciencia de la Organización que las estructuras reales que existen hoy, son híbridas, variadas y enormemente complejas, no existiendo un modelo único de gestión. Siendo, por tanto, competencia de cada organización adaptar una estructura adecuada para un funcionamiento óptimo, teniendo en cuenta cual es su misión (administración pública al servicio de los ciudadanos y del interés general), así como también, su capital intelectual (capital humano+capital relacional+capital estructural), principal activo para conseguir sus objetivos.
Así, Tead (1974) señaló que, "la administración es un arte porque requiere de un importante conjunto de talentos especialmente dotados en pro de una creación de colaboración que es trascendental para el gobierno del vivir civilizado de hoy".
Pero, ante la situación actual de crisis económica-finanicera la sociedad demanda una gestión pública que pase del concepto de "administrar" (seguir instrucciones, sin más) a "gestionar" (conseguir resultados con responsabilidad y eficiencia en la gestión) y ésta debe ser la meta a conseguir. Es cierto, como decía Fritz Morstein Marx, que la administración pública es política y, también, administración, pero no sólo para beneficio de unos pocos, sino para servicio de toda la colectividad.

martes, 9 de diciembre de 2008

*Doce hombres sin piedad

Aqui teneis 10 minutos de la obra teatral de Reginald Rose "12 hungry men" o "12 hombres sin piedad", en versión española. Esta película trata sobre la deliberación de un jurado popular, compuesto por 12 hombres, que tras escuchar en el juicio las pruebas y testimonios, deben decidir por unanimidad si absuelven o condenan a un joven por homicidio (éste es su proyecto común). De todos, sólo uno tiene una duda razonable y será éste personaje el que intentará con paciencia, argumentos razonables y "buena fe" en la negociación, convencer a los demás de que no se puede tomar una decisión de ese calibre a la ligera ("nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario").
Los personajes están bien perfilados, con personalidades perfectamente marcadas, lo que influye en sus opiniones y en los motivos que tienen para dar su veredicto.
A lo largo de éstos 10 minutos se ven gestos, miradas, comportamientos y debates innecesarios, que son un verdadero testimonio de los prejuicios de la sociedad del momento y de las irregularidades del sistema judicial.
Resulta interesante ver las técnicas de negociación y debate grupal que se aplican en ésta cinta, ... invita a la reflexión.

*Sistemas de poder presentes en las organizaciones.

Según el profesor Jordi Oliveres, los sistemas de poder presentes en las organizaciones actuales son: la autoridad personal, la autoridad burocrática, el sistema experto, el sistema ideológico y el sistema político.
Profundizando un poco en el sistema de autoridad personal, encontramos que hace referencia al carisma, la capacidad para mandar, la autoridad, la personalidad, la jerarquía, el liderazgo, etc., que surge de forma individual y que se desprende de la posesión de determinado cargo en la organización. Es, por tanto, la habilidad/capacidad que tienen los líderes/directivos de conseguir llevar a cabo las funciones encomendadas.
En referencia a ésto, P. Hersey (1985) señaló que "...la clave está en considerar que el poder es "percepción". Lo que dinamiza la conducta de los seguidores no es necesariamente la cantidad de poder que detentan los lideres, sino cuanto poder perciben los subalternos que el jefe está dispuesto a usar y puede hacerlo. Cuando los seguidores saben que el líder tiene la confianza de sus superiores dentro de la organización, así como otros poderes tanto de recompensas o de sanciones, es entonces cuando los seguidores tienden a darle a su líder más poder personal".

*Nota de humor...


lunes, 8 de diciembre de 2008

*Definición y finalidad de la D.P.O.

La historia ha reconocido como promotor y defensor de la idea de una administración que haga énfasis en los objetivos a Peter F. Drucker, aunque hay autores que advierten de su aplicación desde los años 40, basándose en los principios del "Éxito psicológico" de Chris Argyris y en la "Teoría del Establecimiento de Metas" desarrolladas por Edwin Locke.
En tal sentido, en 1945, también, Marshall Dimmock señaló la importancia de definir objetivos para cualquier actividad organizada, al afirmar que los objetivos proveen la piedra angular de toda organización.
Pero, aún así, resulta innegable que a partir de que en 1954 Peter F. Drucker declarase: "... los objetivos son necesarios para cualquier área donde el desempeño y los resultados afecten, de modo directo y vital, la supervivencia y la prosperidad de la empresa", se inicio una nueva era para la dirección bajo el nombre de Administración por Objetivos (A.P.O.). Desde entonces, la A.P.O. ha sido ampliamente difundida, produciéndose una dilatada literatura en la que no sólo su nombre ha sufrido cambios (Dirección por Objetivos, Administración por Resultados, etc.), sino también, su finalidad dentro de la organización, poniéndose de manifiesto, con la diversidad de nombres y conceptos los diferentes enfoques bajo los cuales se justifica su empleo.
Así pues, podemos encontrarnos con diferentes definiciones elaboradas por distintos autores, como la de Miller E. (1996) "...es el proceso de administrar, en virtud del cual, todo el trabajo se organiza en términos de resultados específicos que habrán de alcanzarse en cada tiempo determinado, de forma tal, que las relaciones concretas contribuyen al logro de los objetivos generales de la empresa"; la que dió Dessler, G (1991) "...incluye fijar metas específicas y verificables con cada colaborador y luego analizar periódicamente su progreso hacia la consecución de esas metas"; la de Weihrich, H. (1995) "...sistema administrativo completo que integra muchas actividades administrativas clave de una manera sistemática, dirigida conscientemente hacia el logro eficaz y eficiente de los objetivos organizacionales e individuales", entre otras muchas.
Pero, en casi todas ellas, se enfatiza en la necesidad de contar con mecanismos que permitan conseguir resultados concretos a partir de acciones orientadas a una finalidad común, objetivo, para poder contribuir tanto a la obtención de mayores logros como a la mejora constante en cualquier organización.

lunes, 10 de noviembre de 2008

*¿Es realmente la Administración un "ente sin forma que no tiene remedio"?

De un tiempo a esta parte, resuena en mi cabeza la definición de Administración que nos dio un apreciado profesor de Derecho Administrativo al cursar 2º de Gestión de Administraciones Públicas (G.A.P.) y que quiero compartir con vosotros"...ente sin forma que no tiene remedio". Y aunque me resisto a creer que ésto sea así, todavía, en pleno siglo XXI hay situaciones absurdas, casi cómicas que hacen que me replantee ...cuál es la misión de cualquier Administración Pública???.... sólo los intereses de unos pocos, o por el contrario "el servicio al ciudadano (sin diferencias) y a los intereses generales con la mayor objetividad posible".
Hasta hace muy poco, iniciar un trámite con la Administración, por simple que pudiera parecer, podía convertirse en un auténtico calvario (como le ocurre al protagonista de la película "La muerte de un Burócrata"). El ciudadano era víctima del "vuelva usted mañana" o del recorrido de ventanilla en ventanilla para realizar cualquier sencillo trámite.
Actualmente, el ciudadano se ha convertido en el centro de atención, dejando de ser un sujeto pasivo para ser un sujeto activo, participativo y que demanda una atención personalizada, rápida y eficaz. Así pues, parece que en general nuestras Administraciones van avanzando, ...aunque, unas más lentamente que otras.
Sorprende ver, por un lado, lo bien que funciona la Agencia Tributaria Estatal o la Tesorería General, que han logrado una Administración disponible casi las 24 horas, los 365 días del año, con respuestas rápidas y personalizadas y en la que comunicarse no es luchar con intercomunicadores y esperas telefónicas. Y, por otro, lo mal que funcionan Administraciones como la de Justicia que parece anclada en el pasado (guarda cierta semejanza con la que se presenta en la película; expedientes amontonados, desorganización, etc.). Y esta gran diferencia ¿por qué será?,... ¿tal vez por intereses económicos?,... que cada cual responda.
Tenemos que concienciarnos que es responsabilidad de todos mejorar la administración, demandar servicios de mayor calidad, presentar quejas, reclamaciones o tal vez sugerencias. También, luchar por eliminar el clientelismo político y la corrupción (grandes lacras de nuestra sociedad), la mala gestión, la ineficacia e ineficiencia y tantos otros problemas que aquejan al sector público.
El fin de cualquier Administración Pública tiene que ser la satisfacción de las necesidades de las ciudadanas y ciudadanos, y si ésto no se consigue... ¿tiene sentido su existencia?, ¿debemos renovarla implicándonos en ello? ó ¿¿¿es realmente un ente sin forma que no tiene remedio???

*La muerte de un burócrata.

A continuación, podeis ver unos 10 minutos de la película "La muerte de un burócrata" del consagrado director cubano, Tomás Gutierrez Alea (1966).
Esta cinta es una crítica de la Administración Cubana del momento, en la que su director plasma una administración con rígidos formalismos, excesiva burocracia, desorganización, mala gestión, desconsideración total hacia el ciudadano, etc.
Además, refleja éste"caos organizativo" no sólo mostrando montañas de expedientes amontonados sin ningún orden aparente, también con empleados públicos que parecen "máquinas" carentes de actitud de servicio público, incapaces de empatizar con el ciudadano.
De entre todos los personajes de la película, quiero destacaros el papel del botones del ascensor que aparece toda la escena cantando opera a "pleno pulmón" sin inmutarse ante nada ni nadie. Por cierto, ...¿es Tosca? ó ¿Madame Butterfly?
Espero que os guste!!!!



*Nota de humor...

Del humorista gráfico Antonio Fraguas de Pablo, conocido por Forges, aquí teneis un chiste sobre funcionarios... ¿a quién os recuerda? ¿alguien conocido?